Nuestra Congregación fue fundada en 1889, por San Arnoldo Janssen, junto con las beatas María Elena Stollenwerk y Josefa Stenmanns, respondiendo a la llamada del Espíritu Santo y a las necesidades de los pueblos.
Somos Mujeres amadas, llamadas y enviadas por Dios Uno y Trino desde todas las naciones para ser una Comunidad Evangélica; consagradas para la Misión, en el dinamismo del Espíritu Santo; alimentadas por la Palabra, la Eucaristía y la vivencia del Misterio Pascual.
Nuestro desafío constante es discernir personal y comunitariamente los movimientos del Espíritu Santo. Reconocemos nuestra vocación de ser una presencia compasiva de Jesús en su misión profética, especialmente, en situaciones de frontera.
Promovemos las relaciones interpersonales verdaderas en nuestras comunidades, con los demás y con toda la creación. Así, buscamos hacer visible el rostro femenino de Dios en la realidad del mundo de hoy.
Arnoldo Janssen nació el 5 de noviembre de 1837 en Goch, una pequeña ciudad de la Baja Renania (Alemania). Segundo entre diez hermanos, aprendió de sus padres la dedicación al trabajo y una profunda religiosidad.
El 15 de agosto de 1861 fue ordenado sacerdote para la diócesis de Münster y fue asignado a enseñar ciencias naturales y matemáticas en la escuela secundaria de Bocholt, donde adquirió fama de maestro estricto pero justo. Por su profunda devoción al Sagrado Corazón de Jesús fue nombrado director diocesano del Apostolado de la Oración. Desde este apostolado, Arnoldo buscó abrirse también a cristianos de otras denominaciones.